Lo malo de los gurús…

es que pueden acabar creyéndose su propia condición de «the chosen ones» y, por tanto, considerar que pueden soltar lo que quieran en cada momento…

¿Os acordais de la famosa entrevista que concedió el señor Bill Gates a El País? Si no es así, aquí podéis leerla… me gustaría señalar una frase:

«Cuando ayudas a países como Perú, un país de ingresos medios, con 10.000 dólares de renta per cápita (unos 7.500 euros), (…). Cuando ayudas a este tipo de países con un nivel suficiente de riqueza debes preguntarte por qué, por qué le ayudas.» 

No voy a entrar a valorar el hecho de que mirar sólo la renta per cápita de un país es un criterio bastante simplón para decidir si es merecedor o no de ayuda (y, si no, que se lo pregunten a los habitantes de Guinea Ecuatorial), ni siquiera voy a entrar a valorar el resto de la entrevista (que tiene mucha miga, y muchas evidencias del exceso de autoconfianza del Sr. Gates)… sólo voy a contrastar su afirmación con… esto:

En el año 2002 la empresa Voxiva inició la fase piloto de un sistema automatico multimodal para controlar flujos de información y decisiones relacionadas con la aparición de brotes epidémicos en países con alta desigualdad en el acceso a medios de comunicación digitales, dicho proceso fue llevado a cabo en colaboración con funcionarios de la OMS y de la Fundación Gates. dicho proyecto aparece descrito en el libro «La fortuna en la base de la pirámide» de C. K. Prahalad, y en dicho libro se dice, textualmente (p. 352).

«Funcionarios de la Fundación Gates y de la OMS sugirieron Perú como un buen lugar para la prueba piloto, ya que el pais había establecido un sólido sistema en papel para la vigilancia de las enfermedades, luego de un devastador brote de cólera en 1991″.

¿Premiamos al país que YA había establecido un sistema de vigilancia de enfermedades en aras de los que no tienen ni para gritar «Peligro!»? Es decir: haz lo que yo digo, pero… O eso, o bien es que el señor Gates, aupado a si mismo en su rol de «super gurú», considera que lo que el diga en cada momento, aunque entre en contradicción con lo que SU PROPIA FUNDACION hace, es la palabra a seguir.

O a ver si va a ser que el señor Gates está enviando un mensaje para ayudar a justificar la casi desaparición de ciertos fondos de ayuda al desarrollo…

Que cosas, ¿no?

POR FIN!! ABRIMOS EL CHINAMO!!

Bueno… señores y señores, niños y niñas, militares con o sin graduación, empezamos. Llevaba ya mucho, mucho tiempo con la idea de organizar un blog. La motivación es muy sencilla: crear un espacio de ideas, pensamiento, reflexión y debate sobre ciertos temas, y donde la forma y la estructura de las redes sociales, como Facebook, o ya no digamos Twitter, no es la más adecuada.

Y… este sitio, ¿por qué se llama “Café con Tesla”? Pues, primero de todo, porque tomar un café es una de las mejores cosas que se pueden hacer mientras se conversa o se piensa, y porque, si hay un personaje con el que comparto el interés no sólo por ciertos temas, sino con su tratamiento, es el señor Nikola Tesla (de hecho, en estos momentos estoy enfrascado en la lectura de un libro sobre él… y otro está esperando su turno, justo después). En Tesla se reúnen el científico (como intelectual que aspira a comprender el mundo desde su estudio, reflexión y categorización) y el ingeniero (el profesional que, partiendo de una categorización y conceptualización del mundo establecidas de acuerdo al método científico, aspira a mejorar nuestras condiciones de vida)… pero, sobre todo, por encima de estos enfoques, está la idea de una persona que aspira a crear ciencia y crear técnica desde una perspectiva social, de evolución del ser humano como grupo y, desde ese punto de vista, plantear un modelo de desarrollo del mundo donde, distinguiendo entre disciplinas, no se caiga en la falsa separación entre “ciencias” y “humanidades”.

¿Cuáles son los requísitos para participar en este blog? … como tales, ninguno, cualquier persona que quiera APORTAR (y eso no quiere decir estar de acuerdo en todo lo que yo plantee… más bien espero que eso no sea así, puesto que lo que me gustaría tener en Café con Tesla es un lugar de motivación y confrontación de ideas, no una secta de adoradores –no me identifico con el hipnosapo-) será bien recibida… lo que si hay es un pequeño conjunto de reglas, con las que pretendo evitar que esto se convierta en… cualquier cosa diferente a lo que debe ser:

1 – Aquí se razona, y se exponen ideas. La asunción de planteamientos del tipo “porque si” no ha lugar. Repito, y en esto quiero insistir mucho, que no quiero que se me dé la razón en todo, pero, lo que se diga aquí tiene que venir razonado y fundamentado: si respondo a un determinado razonamiento, y gasto un tiempo en exponer mis ideas, espero que sean leídas, y contestadas en base a ellas.

2 – Debido al hecho de que no es mi obligación profesional mantener un blog de opinión, sino que es algo que hago por disfrute, no asumo más obligaciones hacia mis lectores que las que dicta el sentido común… por ejemplo: si en una discusión (y quiero aprovechar para decir que en este Café se pretende que la palabra discusión se plantee siempre desde el sentido inglés del término) respondo a una persona, y un tercero vuelve con los argumentos del segundo, no voy a hacer nada más que redireccionar al tercero a mi respuesta al segundo, esperando que se tome el tiempo en leerla como yo lo hice en escribirla.

3 – No admito comportamientos “tipo troll”, y como esto no es un espacio democrático ni de derecho, no voy a dar ninguna “regulación” al respecto: parto de ese principio tan poco formal, pero tan sano para la tranquilidad mental de un “Blogger”, de que “todos sabemos lo que es un troll”.

4 – Por último, y porque para mi es lo más importante, quiero repetir el hecho de que lo que aquí pretendo es crear un espacio de discusión y reflexión, no voy a borrar o filtrar comentarios por el hecho de que estén en desacuerdo con mis ideas, porque no se trata de eso (para eso, como ya dije, me habría creado el club de adoradores del hipnosapo). Una de las grandes ventajas de seguir mi propia ideología (y no la marcada por un partido político, un equipo de fútbol, una bandera, una religión… o ya, si me apuran, un crítico de vinos o la Guía Michelin) es que soy susceptible de, si no cambiar (porque poca convicción tendría en mis principios si los cambiara a la mínima), si enriquecer mis ideas y mis puntos de vista… y si a alguno de los que por aquí pasa le gusta lo que yo digo, mejor que mejor.

Una vez abiertas las puertas de este café (los observadores habrán visto que el decorador ha sido el mismísimo Saúl Bass 😉 ), sólo me queda invitar a entrar: pasen, busquen asiento… y, humildemente, me permito recomendarles el expresso de la casa (que nos sale de fábula ☺ ) … y, para las noches de invierno, el irlandés (que lo hacemos con nata recién montada y Macallan 12 años).

Que lo disfruten… que lo disfrutemos.