Guantanamera, guajira guantanamera…

Buenas tardes tengan ustedes… si, el Café estuvo inactivo durante bastante tiempo, más del que hubiera deseado… Debe ser por esto de la falta de crédito, la crisis, etc… ya afecta incluso a los negocios plenamente virtuales donde se consumen bebidas totalmente virtuales y se establecen conversaciones virtuales (así que al resto, ni les cuento…).

Hay un tema que, cada cierto, tiempo «pasa por delante» de mis conversaciones, telemáticas o presenciales…

Podría resumirse así ¿De verdad no parece, por lo menos extraña, la actitud, que raya en la inquina de puro persistente y extremista, del «mundo occidental» (con los USA a la cabeza) hacia Cuba? El origen de mi enésima reflexión sobre el tema viene en relación a la siguiente noticia:

http://www.publico.es/468039/cuba-donde-saber-no-cuesta-nada

Y, ojo, voy a empezar diciendo algo: desde luego que, ni Cuba es ningún paraíso, ni es un país que no esté dirigido por otra cosa que un régimen totalitario que persigue derechos y libertades que deberían estar garantizados en cualquier sociedad, pero… ¿de verdad os creéis la explicación de castigar y aislar a un régimen por el hecho de ser una dictadura, un régimen sin libertades para su población? ¿porque entonces no le hacen lo mismo a Arabia Saudita, a Kuwait, a China?

Si claro, porque tienen poder económico o recursos naturales… pero es que, entonces, el argumento contra Cuba resulta ser doblemente hipócrita. Aun asi, ese argumento por si solo, hipocresias aparte, no explica el desgaste sufrido en esa guerra que, contra el régimen cubano, aplican tanto Gobiernos como el estadounidense, como partidos políticos como el PP, enviando a individuos como el Carromero este, de los que primero vuelven con el rabito entre las piernas, y ya, muy valientes, en «suelo patrio» empiecen a largar todo lo que no tuvieron el «valor» de decir en su momento…

No, la cosa, particularmente, creo que va por otro lado, y es tan sencillo como esto (y, por favor, quien quiera entrar en conversación que primero se lea esta frase dos veces) EL PROBLEMA ESTRIBA EN QUE EN CUBA HAY EJEMPLOS DEMASIADO PALPABLE DE QUE LAS COSAS SE PUEDEN HACER DE FORMA DIFERENTE A COMO NOS HAN DICHO QUE ERA LA UNICA OPCION.

Por ejemplo ¿Resulta que en caso de crisis horribles y calamitosas hay que cargarse la educación pública?… ¿por que? aquí tenemos un país sometido desde hace décadas a uno de los bloqueos económicos más intolerantes (e ilegales en muchos aspectos) de la historia… y la educación no se toca, y la educación continua siendo PUBLICA en su gestión.

Y no debe ser tan mala la gestión pública, si se hace bien, porque si en un país donde no tienen ni las hebillas del cinturón, son capaces de formar médicos disputados en medio mundo… algo deben estar haciendo bien.

Si en un pais bloqueado y presionado, atacado desde todos los frentes posibles, se pueden desarrollar, por ejemplo, lineas de investigación de alto nivel en biotecnología… algo pasa, puesto que otros países «muy avanzados y que son de los buenos» una crisis ha tenido como efecto que hemos puesto en la puta calle a centenares de investigadores con doctorado y lineas de investigación QUE PUEDEN GENERAR RESULTADOS POSITIVOS PARA LA ECONOMIA NACIONAL. Y se ha hecho sin despeinarse, al grito de «panda de insensatos! no veis que no hay dinero para nada»

No soy comunista, y nunca lo he sido… y no lo he sido POR LA MISMA RAZON QUE SIEMPRE HE ESTADO EN CONTRA DE ESE CUENTO DEL LIBERALISMO Y DEL MERCADO QUE AUTOREGULA LA SOCIEDAD… porque en ambos casos no se considera la naturaleza humana: los mismos que defienden a capa y espada que el comunismo era una barbaridad porque «no permitía que una persona pudiera ser el dueño de cuatro sencillas paredes a las que pudiera llamar suyas» no tienen ningún problema en pregonar las bondades de un sistema que consiste en decir «tonto el ultimo, el que pueda que apande y el que no, que se joda». Si queremos respetar el derecho a la libertad de progreso individual (o a la negación del progreso individual, que también -¿porque no?!- debería estar protegida) debemos igualmente respetar la necesidad de que haya REGLAS DEL JUEGO que vayan más allá de la ley de la selva (porque eso, y no otra cosa, es el neoliberalismo).

La cuestión es que Cuba, con todos sus problemas, sus defectos, la necesidad de que sea realmente gobernada por los cubanos… nos está recordando, constantemente, que ciertos mantras repetidos no solo son dudosos… sino, sencillamente, falsos.

Y eso es lo que duele… y mucho…

Y eso que en esta breve reflexión no me ha dado por empezar a analizar el fenómeno desde la comparación con nuestras presuntas sociedades «democráticas», donde, como todo el mundo sabe, reina la libertad de expresión, y el pueblo elige a sus gobernantes de manera libre de acuerdo a un programa de gobierno que han de cumplir, y donde existe un sistema de justicia que persigue al delincuente venga de donde venga, y donde…

Mejor no seguir. Buenas tardes / noches tengan ustedes…

 

 

Claude Steele y los estereotipos

Hola a todos:

Hacía mucho, muuucho tiempo que no me pasaba por el Café, la verdad es que lo tengo muy abandonado, y espero que poco a poco pueda ir teniendo la disciplina (y el tiempo) para mantener esto un poco más activo.

En estos días he estado asistiendo a un ciclo de conferencias impartidas por Ken Bain, Profesor de Historia en la Universidad del Distrito de Columbia. Bain es muy conocido por su libro «Lo que hacen los mejores profesores universitarios» donde realiza un magnífico trabajo de metainvestigación, basado en el análisis de ejemplos altamente exitosos… asistir a esas conferencias es un verdadero chute en vena de ideas, de planteamientos que te hacen reconsiderar muchas cosas, y un magnífico material para ayudar a desarrollar ideas…

Pero no es, al menos de manera directa, de las ideas de Bain de lo que quiero hablar ahora (le dedicaré una entrada, palabra), sino de un autor y unos resultados que citó en una de las sesiones, y que me han sorprendido especialmente… seguramente a los especialistas en sicología que haya por aquí no le parecerán increíblemente novedosos… pero a mi si me han impresionado especialmente, y sobre todo, me preocupa que análisis como los que voy a presentar no se difundan mucho más, sobre todo para acabar con ciertas verdades a medias (es decir, mentiras) propias del decálogo del «super chachi guay» neoliberalismo actual, versión educativa.

Claude Steele  (si, pongo su entrada en la wikipedia pese a que ya sabéis lo que opino de ella… lo cual no quiere decir que no sea en algunos casos, como el que nos ocupa, un buen punto de partida para buscar referencias) es un sicólogo social, y actualmente Decano de la Escuela de Educación de la Universidad de Stanford. Entre otras consideraciones, Steele ha trabajado en lo que se denomina «stereotype threat». es decir, el peso o marca que sobre un individuo (perteneciente a un colectivo sobre el que pesa cierto estereotipo) deja dicho prejuicio… aún (y esto es lo mas importante) en el caso en que dicho individuo no crea, y hasta combata dicho prejuicio.

Steele ha escrito mucho sobre el tema, analizando por ejemplo el fenómeno en mujeres, o en personas de raza negra, que son colectivos sobre los que se ciernen prejuicios en relación a su capacidad matemática en particular, e incluso intelectual en general, y los resultados son manifiestos (pueden descargarse un par de ejemplos de artículos de Steele aquí, y aquí). Acciones que pueden parecernos nimias pueden, en un ambiente educativo, fomentar la percepción del estereotipo, y por tanto condicionar, desde el inicio, el rendimiento de una parte de los estudiantes, incluso si la intención de quien diseña ciertas medidas no se pueda considerar de mala fe. Por ejemplo, ¿como debería abordarse y llevarse a cabo la, en muchos casos, necesaria acción propedéutica al inicio de los estudios universitarios? ¿señalando a los estudiantes afectados, metiéndolos en un aula diferente y repitiendo desde el principio que necesitan «ayuda»? Visto lo visto… no parece la mejor forma de abordar el problema.

Particularmente, los resultados me parecen poco menos que indiscutibles, y, lo mas importante de ellos es esa constancia de que el efecto negativo de un prejuicio se manifiesta con su EXISTENCIA y no solo con su influencia sobre el individuo condicionado. Y creo, como decía al principio de esta entrada, que, precisamente, la no divulgación y popularización de estos conceptos está siendo usada por el liberalismo educativo (en su versión rancia del término, entendida como el credo ideológico del liberalismo económico en términos educativos) para imponer, por medio de un «laissez faire» su doctrina.

Es decir, vendamos la idea de que debemos actuar sobre los colectivos, haciéndolos participes de que «son todos iguales»… pero no hagamos nada por desterrar el mito («que mala es la gente, que piensa lo que quiera y no vamos a cambiarlos a ellos»… esa es la idea, ¿no?) … a partir de ahí, los más que probables resultados (fracaso) van a ser vendidos como una EVIDENCIA CIENTIFICA de que: opción a) o bien es que «a lo mejor el estereotipo es cierto», o bien la opción b) si hacemos «todo lo que podemos» por esa pobre gente estereotipada, pero no mejoran, es que no ponen de su parte (y, a partir de ahí… los corolarios asustan -por ejemplo: y por tanto, es mejor reducir la ayuda publica a un colectivo que no sabe o no quiere usarla-).

Es más, reflexionando sobre el tema me ha surgido una idea, que complementaré en otra entrada, y que, para este caso concreto, se plantearía con una pregunta ¿Podemos dejar, incluso PERMITIR, que las personas que elaboran estrategias educativas en un país, desde los aspectos organizativos a económicos, sociales o curriculares, puedan ejercer su cargo sin, en primer lugar DEMOSTRAR el conocimiento de resultados de la importancia de los mostrados por investigadores como Steele y otros como él, y en segundo lugar ser OBLIGADOS a tenerlos en cuenta, salvo refutación sostenida y razonada, en términos científicos?.

Particularmente, opino que no.

Saludos,

RETROSPECTIVA: «EL ULTIMO» (DER LETZTE MANN, 1924), DE F.W. MURNAU (AVISO, SE CUENTA ENTERA)

(PUBLICADO ORIGINALMENTE EL 13 DE MAYO DE 2002, CON OTRO TITULO. IMAGENES AÑADIDAS PARA ESTA REPUBLICACION)

«EL ULTIMO» (1924)

El viernes por la noche, recién llegado a mi casa y después de una suculenta cena (Salmón ahumado acompañado con tostadas de pan de Cea -Consejo OT: Deberíais viajar hasta allá solo para compraros un bollo de dicho manjar…:)- y vinho verde… de  vez en cuando hasta los pobres necesitamos de algún lujo :)) ), me dispuse a meterme en el cuerpo una dosis de cinematografía que calmara mi apetito estético… y don Federico lo consiguió.

«El Ultimo» («Der Letzte Mann»,1924) fue dirigida por Murnau en 1924. Ya había realizado esa obra mítica llamada «Nosferatu», y todavía le quedaba por hacer la que, para mucha gente -aunque todavía no he podido verla- es su obra cumbre: «Amanecer», así pues, estaba Murnau en su gran momento creativo, la película no decepciona.

Emil Jannings interpreta al portero de un hotel de lujo, el Atlantic. Vive con su sobrina (interpretada por Mary Delschaft) que esta a punto de casarse. De repente, al llegar al trabajo una mañana cualquiera, se encuentra con que otro esta ocupando su puesto. La dirección del hotel le comunica que, debido a su avanzada edad, ha sido relegado a encargarse de los lavabos. Viéndose degradado, y pensando en la boda de su sobrina y en su reputación en el barrio, trata de ocultar este incidente robando el uniforme de su antiguo puesto de portero (uniforme que se vió obligado a devolver) y usándolo para salir de su casa por las mañanas y volver por las noches. Sin embargo, un día es descubierto por la tía del novio de su sobrina. Al contárselo a la muchacha, el secreto es descubierto por una vecina, que lo propagara por el barrio. Al llegar el portero, recibe la burla y humillación de todos. así, vuelve al hotel, donde devuelve el uniforme y, humillado y acabado, espera la muerte… Hasta aquí el original del guión escrito por Carl Mayer, pero, debido a la acción de la censura, hubo de ser añadido un rocambolesco final: En los lavabos del Atlantic muere un excéntrico millonario que había dejado dispuesto que toda su fortuna pasara a manos de aquel en cuyos brazos muriera… y claro, ese es nuestro protagonista que ahora esta convertido en un opulento magnate que disfruta (con la compañía del antiguo vigilante nocturno del hotel -Georg John-, el único que lo ayudo en su caída) de los mas exquisitos manjares y reparte generosas propinas entre los empleados de su antiguo lugar de trabajo.

Es «El ultimo» una película no solo mas que destacable por si misma, como conjunto, sino que además contiene una serie de «hitos» que merecen ser destacados por separado: En primer lugar, es la (según creo) única película muda de la historia que no contiene ni un solo rotulo (Parto de la base de no considerar rótulos ni la carta de despido -cuya lectura, por otra parte, creo que hasta podría no haberse realizado, sin perderse en ningún momento por parte del espectador el sentido de lo ocurrido- ni cuento el rotulo donde se nos informa de «la compasión que el guionista ha sentido hacia nuestro protagonista le lleva darle un nuevo final»). Asimismo, es la primera película de la historia donde podemos observar un movimiento de cámara (La primera en la frente… el primer plano de la película nos presenta una vista subjetiva desde el interior de un ascensor).

Aunque la riqueza de esta película no se resume en unos pocos puntos destacables… es mas: no sabría por donde empezar. La actuación de Jannings es mas que sorprendente, es impresionante, como con un mínimo gesto, un alzar los  ojos, una forma de caminar… transmite miles de palabras. Nos bastan los primeros planos de la película para saber quien es nuestro portero: un hombre orgulloso de su trabajo, de su posición. El es quien dirige a los jóvenes botones, el protege con su paraguas a los huéspedes que entran y salen del hotel, el carga los enormes baúles que traen consigo… y con el, esta su uniforme: esa levita de anchas solapas y botones dorados es mucho mas que una  prenda de vestir, es el símbolo de la «responsabilidad» de nuestro portero y es el amuleto, el objeto de poder que le da respetabilidad en su lugar de residencia: una pobre barriada obrera llena de amas de casa y chiquillos revoltosos que ven en el personaje interpretado por Jannings a alguien que no es de su mundo. El sale todas las mañanas a su hotel, a relacionarse con la gente rica, el no ha de mancharse las manos para ganar el pan… por eso, cuando todo se pierde, cuando el uniforme se pierde debido a su rebaja de categoría, el mundo se le viene encima (literalmente, en el magnifico plano en el que después de robar su uniforme, «ve» como el hotel se desploma encima de el).

Pocas veces creo que podamos ver en el cine una historia de «humanidad» en el mas amplio y pleno sentido de la palabra, como «El Ultimo»… pero no todo en esta película es el genial Jannings (o el resto de actores, que están bien aunque ninguno de ellos tiene en la trama el peso del protagonista: esta es una película absolutamente unipolar). El trabajo de Murnau es impresionante: cada plano es una lección de cine (No olvidemos que cuenta una historia que dura 90 minutos sin usar NI UNA SOLA PALABRA HABLADA O ESCRITA)… y tampoco aquí sabría por donde empezar: Los deliciosos movimientos de cámara, por ejemplo en la escena inicial, donde «seguimos» la vida en el vestíbulo del Gran Hotel Atlantic… me atrevería a decir que llega a «oírse» y a sentirse uno dentro de un hotel sin necesidad de Dolby 5.1… y aclaro que yo vi la película sin volumen de sonido -la música no era la original e incluía algunos «efectos de sonido» que me sacaron de mis casillas muy pronto-.

Murnau también saca jugo de cada uno de los recursos que puedan existir en un plano fijo… hay gran cantidad de ejemplos en la película, pero citaré solo uno que me impacto especialmente: después de que Jannings llega al hotel y descubre que ha sido suplantado, uno de los botones tira de él, informándole que el director del hotel desea hablarle; entonces vemos, a través de una ventana, la conversación entre el director del hotel y el portero. No solo sabemos lo que le está diciendo, sino que sentimos lo que pasa… y lo sentimos porque el marco de la ventana, recortando parte del área de encuadre, nos esta  focalizando la atención, pero al mismo tiempo estamos dentro de un plano general. Esto permite que la acción se vea intensificada, puesto que en ningún momento el encuadre ha de cambiar. además, vemos la escena a través de una ventana, cuyos barrotes y la división que separa las hojas izquierda y derecha de la misma crea un fuerte efecto visual.

Murnau, que por algo es uno de los mas grandes, realiza aquí además un magnifico uso de la subjetividad en escena -es decir, que no solo vemos en pantalla la realidad física sino el paisaje interior de los personajes- La escena donde «el hotel se le viene encima», o el momento cuando vuelve a su casa y es humillado por las vecinas… incluso podemos encontrar trazos visibles de esta forma de expresión en la escena de la borrachera de Jennings el día de la boda de su sobrina. Después de «re-ver» esta película, se acentúa dentro de mi la sensación personal de que en el cine, entendido como una forma de arte con una serie de reglas propias, estamos «yendo hacia atrás» y que, ya no es solo que cada vez se usen menos recursos de los ya desarrollados (razón por la cual, en mi modesta opinión, una película media de hace 40-50 años tiene mas «chicha» que la mayoría de estas cosas que nos ponen en pantalla actualmente) … sino, lo que es peor, que hemos dejado abandonadas una gran cantidad de vías que dejaron abiertas los grandes maestros del mudo, y sobre las que las generaciones posteriores lo único que han hecho es dejar que las cubra la maleza.

En resumen, creo que nos encontramos ante una de las mayores obras de la historia del cine… una historia muy sencilla, pero con una fuerza interna y un significado y simbolismo realmente notables.

Espero de corazón que hayáis disfrutado con este post. Obviamente, espero todas las criticas, opiniones y comentarios que deseéis… y,
para los grandes expertos que hay en este foro sobre Murnau, por favor tened un poco de piedad…. 🙂

Muchas gracias por vuestra atención.

RETROSPECTIVA: FIRST APPROACH TO IMAMURA: «KAMIGAMI NO FUKAKI YOKUBO» («EL PROFUNDO DESEO DE LOS DIOSES», 1968) (AVISO: SE CUENTA ENTERA)

(PUBLICADO ORIGINALMENTE EL 24 DE JUNIO DE 2002. IMAGENES AÑADIDAS EN ESTA REPUBLICACION)

Hola a todos:
Como bien sabréis (Unos por la lectura del post donde preguntaba por él, otros posiblemente por mi breve intervención en el chat del viernes -al  final no me pilló el atasco :-)) – ) el viernes fui el representante de  «es.rec.cine» en la proyección de esta película de Imamura, dentro del ciclo que el CGAI de A Coruña le está dedicando.

Antes de comentaros mis impresiones sobre esta película, quisiera aprovechar para hacer una reflexión sobre un tópico muy repetido y que yo, en mi modesta opinión, creo falso: «En España hay afición al cine»… con todos mis respetos, en España puede ser que haya afición a «Asistir a proyecciones de últimos éxitos cinematográficos», o a «Decir que a uno le gusta el cine», o a «Socializar de diversas formas -más o menos escandalosas- en multisalas de cine»… pero cuando en una ciudad de 250.000 habitantes se proyecta, en una sala de características notables, (al ridículo precio de 1.2 euros la entrada normal y 0.6 la de estudiante) una película de un director de cine ganador dos veces de la Palma de Oro, un viernes por la tarde… y sólo asistimos 13 personas… que me perdonen, aqui NO hay afición al cine (algún día haré un OT para rebatir ese tópico, en su aplicación a la música, que es otra cosa que se repite mucho… :-)) ).

Como ya contaba, no soy ni muchísimo menos un gran conocedor de cine oriental (Salvo lo que conozco de la obra de Kurosawa). Entre eso y mi habitual necesidad de ver mínimo dos veces una película para hacerme una idea mas o menos fundada… pues no se lo que me saldrá aquí :-))

La película narra la llegada de Kariya, un ingeniero de Tokio a una pequeña isla todavia, fundamentalmente, anclada en la tradición, con el fin de buscar un manantial de agua dulce para incrementar la producción de caña de azúcar -cultivo que los nativos de la isla han adoptado, en vez de su tradicional arroz, con el fin de ganar mas dinero-. Allí conocerá a los Futori, una familia que es vista por el resto del pueblo -e incluso por ellos mismos- como maldita por los delitos cometidos por Nekichi, uno de los hijos, y condenada por ello por los dioses (Que son una referencia constante en la vida de la isla), habiendo sufrido la caida en su arrozal, por culpa de un maremoto, de una inmensa roca que Nekichi, encadenado, se ve obligado a taladrar para lograr su caida, a fin de recuperar su arrozal… y el prestigio de la familia.

Nekichi, además, se ve forzado a mantener una extraña relación con Uma, su hermana, a la que debe cuidar como una esposa despues de la pérdida de su marido… pero con la que no puede acostarse, pese a que lo desea. Uma esta considerada una de las sacerdotisas guardianes de un manantial (que no es usado por los habitantes ni siquiera para su propio consumo de agua) que se halla en la isla. Manantial que Kariya intentará sea explotado en beneficio de la compañia azucarera.

Obviamente, la posición inicial del pueblo será la negativa, procediendo a un «boicot» de todas las actividades emprendidas por Kariya para usar el agua del manantial, en vez de tener que realizar una perforación de un pozo lejos del lugar elegido para la planta, y tener con ello que establecer largas tuberías.

Poco a poco la presión y las promesas de cobrar no sólo mayores cantidades de dinero, sino de recibir el dinero que la azucarera les adeuda por el azucar del año pasado, van cambiando la mentalidad del pueblo… pero, el hecho de su traición a «los dioses» les hace volcarse contra los Futori. Despues del festival anual en su honor (de los dioses), Nekichi será acusado injustamente de la muerte de Unari Ryu (el cacique local) y Uma y el intentan escaparse a la «Isla de los Dioses» (un paraíso del que todo el mundo habla en la isla) pero son alcanzados por el resto de los isleños -entre los que está incluso el propio Kametaro, el hijo pequeño de la familia Futori, que sin embargo no participará en el asesinato- que matan a Nekichi y abandonan, atada en su barca, a Uma.

Kariya, que se enamoró y dejó embarazada a Neriko, la hermana disminuida de los Futori, la abandonará, volviendo a su vida de Tokio, con su mujer, que le había abandonado mientras él estaba en la isla, volviendo a la isla cinco años mas tarde, para hacerse cargo del complejo turístico que la corporación azucarera ha construido en la isla, Neriko, mientras tanto, murió esperándole.

La primera y general impresión de la película es la de estar ante una de esas grandes películas que «tiran de muchos hilos»: Estamos ante un Shakespeare, que alterna la tragedia más descarnada -la escena de la «caza humana»- con la comedia más burlesca (El acoso que sufre Kariya por parte de Neriko, o los boicots a los que son sometidos los estudios de terreno que realiza), pero tambien estamos ante una tragedia griega, donde una serie de personajes se enfrentan a su destino y a «los dioses», donde un Sísifo paga sus inexistentes pecados excavando una roca para provocar su caida…estamos en definitiva ante una obra por la que no puede pasar el tiempo, pues despues de siglos de historia, tecnología y (supuesta) civilización, los fantasmas que habitan en el corazón de los hombres y las sociedades siguen siendo los mismos.

¿Cual es «El profundo deseo de los dioses», ese plan divino que los habitantes de la isla desearian conocer? Pues… ninguno, puesto que la «lección» de la pelicula es que los dioses no existen; perdon, si que existen y son los propios hombres (No solo es ya una «intuición» que va tomando cuerpo en el espectador a medida que, avanzando la película y conociendo a los personajes y la isla, sino que al final, poco antes de morir, es Uma la que le dice a Nekichi un muy revelador «¡Que bonito sería que nosotros fuesemos los dioses!» A lo que Nekichi sólo sabe contestar con el llanto desesperado de quien sabe que los únicos dioses que hay en la isla, los únicos herederos de su propio legado son los que vienen en las barcas, dispuestos a asesinarles.

Otras escenas en ese sentido nos hacen ver el punto de vista de Imamura: «Los dioses» no atienden los ruegos del anciano patriarca para que el viento dé el ultimo empujón a la roca (Que si caerá, sin embargo, debido al intento de lapidación que Uma y Nekichi sufren dentro del agujero por parte del resto de los isleños)… El pueblo, el único Dios, ha abandonado el legado de «conocimiento» que en su propia isla disfrutó durante muchos años («Ahora ya no plantan arroz, nosotros si» dira el patriarca), para venderse a las promesas de un mundo donde los dioses -aquí sí que entendidos como aquello que de positivo y humano hay en la vida- hace mucho tiempo que
murieron.

Las tres horas de metraje nunca se llegan a notar, aun teniendo el «tempo» típico del cine -y del arte en general- japonés, la historia transcurre a su ritmo… y, aunque al princpio puede costar un poco, en cuanto «somos parte de la isla» nuestro tiempo es el suyo.

Precisamente, otra de las bondades de esta película es el «camino» que el espectador recorre en ella. Imamura nos muestra el «universo» de la película, al principio, de un modo más alejado, más extraño… no porque no lo ame: sino porque, precisamente, es como un forastero lo vería. A medida que nos adentramos mas y mas en la trama, que conocemos a las gentes, sus pasiones y deseos, que nos identificamos u odiamos a la gente (ahi es donde Imamura se permite la amabilidad, la cortesia ante el «invitado» : ))) de
las deliciosas escenas «de comedia» con la relación entre Neriko y Kariya, o los ya comentados y frustrados intentos de trabajo de Kariya).

Algo que si se advierte en la película, y yo ya sabía a priori sobre Imamura, es el simbolismo en sus películas. Las metáforas, relativas en
este caso sobre todo a animales, están muy presentes en toda la película… aunque ahí si que noto, a la hora de ordenar mis ideas, la falta de un segundo pase. Tengo mis opiniones al respecto, pero prefiero no exponerlas porque no estoy seguro de estar poniendo cosas de mi parte que luego no existan.

Desde luego, valieron la pena los 120 km (ida+vuelta) para descubrir a un gran cineasta y a una gran película… y espero, como siempre que hayáis difrutado de este post tanto como yo lo he hecho escribiendolo.

Saludos desde la esquinita del N.O.


«Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de miseria»
(Groucho Marx)

CARTA (AHORA) ABIERTA A LA PRESIDENTE DEL PARLAMENT DE CATALUNYA

Hola a todos:

Hace unos días, después de leer una noticia aparecida en varios medios relacionada con unas declaraciones de la Presidente del Parlament de Catalunya, Sra. Doña Nuria de Gispert y Catalá, en relación al salario de los diputados, le escribí un correo electrónico, en el que, en resumidas cuentas, le transmitía mi estupor, como ciudadano, por el hecho de que considere tan pobremente pagada una profesión cuyos méritos no es que sean, precisamente, dignos de ser loados.

Paralelamente a su envío (aún no contestado ni acusado a día de hoy… no, no soy tan ingenuo como para esperar sentado) lo he publicado en mi Facebook. Ello originó que varios amigos me recomendaran su envío a algún medio. Sin embargo, considero que la extensión de la carta iba a provocar o un rechazo masivo, o una amputación masiva (y me da miedo, sinceramente, la labor que un periodista de los que dedican portadas al pulpo Paul pueda hacer con mi carta).

Así que me he decidido a hacerla pública aquí, esperando, simplemente, que si resulta del interés de un grupo más o menos nutrido de personas, se conozca gracias al boca a boca, o meneame, o cualquier otro medio.

La carta, respecto a la original, solo varía en la corrección de algunos errores ortográficos (el original fue escrito a trozos de tiempo que saqué de donde pude, y no tuve los ánimos necesarios para una revisión a fondo, de hecho, no he quitado algunos errores que no son ortográficos, como determinadas reiteraciones) y en la ocultación de mis datos personales.

Saludos,

De: XXXXX <XXXXXX@gmail.com>
Asunto: A la atención de la Sra. Nuria de Gispert y Catalá. En relación al salario de los diputados
Fecha: 10 de septiembre de 2012 07:13:41 GMT-06:00
Para: presidencia@parlament.cat
Estimada Señora Gispert:

Ante todo, permítame presentarme, mi nombre es XXXXXX, y soy un ciudadano español residente en XXXXX desde hace unos años. El motivo de mi correo se refiere a unas declaraciones suyas, reproducidas en varios medios (por ejemplo, aquí http://www.20minutos.es/noticia/1579998/0/presidemta-parlament/sueldo-diputados/euros/ ) y donde usted afirma su preocupación por el hecho de que los diputados lleguen a cobrar menos de 3000 euros mensuales.

La verdad es que, sinceramente se lo digo, estoy textualmente anodadado ante sus declaraciones… y fijese que no voy a recurrir a ninguno de los tópicos de pensamiento o palabra tan habituales hoy en dia: ni voy a usar «con la que está cayendo», ni le voy a recordar los miles de familias que no ingresan entre todos juntos, ni esos 3000 euros, ni la mitad ni la tercera parte… no, simplemente voy a reflexionar en torno a los motivos por los que un profesional recibe más salario que otro.

Creo yo que, si un profesional es contratado para una labor y recibe un salario X, esa cantidad se justifica por dos motivos, o bien la valía de la persona en cuanto a su formación y experiencia previas (lo cual enriquece a la institución en la que trabaja), o bien su desempeño, medido en base a los logros obtenidos.

En relación a lo primero, voy a ponerle un ejemplo… mi ejemplo, el de mi profesión, y que por tanto conozco bien (y no es porque considere que los profesores universitarios somos las mejores personas y profesionales que existan, ni que constituyamos ninguna élite, otros muchos profesionales podrían ponerle ejemplos parecidos en sus profesiones, pero yo solo me limito a lo que conozco): en España, un Profesor Universitario debe, en primer lugar, terminar una licenciatura, posteriormente comenzar un doctorado, estudiando e investigando, debe asimismo ir sometiéndose al juicio de sus colegas, nacionales e internacionales, mediante la publicación de sus hallazgos científicos en revistas y congresos, lo cual le obliga, como mínimo a un nivel medianamente fluido de inglés. Asimismo, para, una vez doctorado (defendiendo su tesis doctoral ante un tribunal de pares externo a la institución en que trabaja y que a su vez debe ser aprobado externamente) y en disposición de acceder a un contrato tan solo con un mínimo de estabilidad (y a veces ni eso) debe acumular experiencia docente, y haber trabajado en comisiones varias, y en los organos de gobierno de su universidad, e incluso demostrar un mínimo nivel de experiencia profesional fuera de la universidad o equivalente. Además, todos estos méritos han de ser valorados por una agencia externa (ANECA en el caso nacional, AQU en el caso de Catalunya) a fin de recibir la acreditación que les permita presentarse (no por ello asegurarse) a una serie de plazas con cierta estabilidad, o ilusión de ella (como le pueden contar los Profesores Contratados Doctores despedidos en varias universidades españolas, alguna de ellas catalana). Ninguno de ellos, por descontado, cobra 3000 euros mensuales, ni siquiera brutos. y, aún así, realizan su trabajo, algunos mejor y otros peor, pero el caso es que España es la novena potencia mundial en numero de publicaciones científicas (y la 19 en cuanto a relevancia de la investigación) ¿Son los Parlamentos españoles los novenos del mundo en algo? ¿O, por lo menos, los decimonovenos?

Mi pregunta es ¿que se le exige a una persona para ser diputado? ¿que mínimo bagaje de conocimientos, experiencias, habilidades o destrezas debe aportar para que un parlamento se convierta en una institucion realmente efectiva y válida para la sociedad? ¿nivel educativo? no ¿experiencia de algún tipo? ¿cuantos diputados del Parlament de Catalunya hablan correctamente inglés, francés o alemán? ¿cuantos diputados tienen conocimiento y experiencia internacional en las áreas que manejan?… es más, ni siquiera el hecho de ser elegido diputado implica una valoración por parte de ningún sector de la población, pues todos los procesos electorales españoles, excepto el Senado, se rigen por el sistema de listas cerradas. Yo sólo puedo votar a un partido, y no a personas dentro de ese partido. Basta revisar los currículums y trayectorias de sus señorías para afirmar que, en un entorno laboral real, la mayoria de ustedes (como colectivo, por favor no crea que hago apreciaciones personales sobre usted) no aportan un grado de experiencia ni conocimientos que merezca ganarse 3000 euros mensuales.

Pero, como le decía, el salario de un trabajador no se puede valorar solo por aquello que aporta a su empresa, conseguido antes de incorporarse a la misma, sino por los logros y objetivos alcanzados durante su labor profesional. y en este punto, he de preguntarle ¿usted de verdad considera que el Parlament de Catalunya, o ningun otro Parlamento en España, puede decir de verdad que ha cumplido los objetivos y logros esperables por parte de un conjunto de profesionales que cobran esas cantidades? ¿Considera que el trabajo de los diputados en las últimas legislaturas ha contribuido al más que necesario cambio de modelo económico necesario en España, tan necesario (y necesitado de compromiso político) según los expertos como cacareado (y ninguneado en la realidad) por la clase política? ¿De verdad vale tanto dinero el trabajo de los que han echado a la calle (y del país, en algunos casos) a los científicos, técnicos y hasta pequeños y medianos empresarios que podían liderar un verdadero cambio, y a cambio han tendido alfombras rojas y sumisiones vergonzantes a mafiosos estadounidenses que vienen a convertir España en un burdel barato? ¿La completa destrucción del estado del bienestar y los logros sociales a fin de sanear las cuentas de instituciones bancarias irresponsables es un logro que debe ser recompensado? ¿Cree que los centenares de colectivos necesitados de la ayuda y la labor de los Parlamentos, y que llevan años sin ser oídos, opinan lo mismo respecto a su labor y sacrificio? ¿Todas las leyes, reglamentos, controles, que suponen trabajo duro y no salir en fotos, y que ni se han movido en años, son un mérito que deba ser recompensado?

En sus declaraciones parece entenderse que es necesario un elevado salario para tener a los mejores como diputados, y plantea una especia de pregunta retórica con ese «si cobraran menos de 3000 euros no se que íbamos a hacer». Déjeme, señora Gispert, que le ofrezca una alternativa ¿Sabe que pasaría si tuviéramos una reglas de juego justas, donde el ciudadano pudiera ELEGIR A LOS DIPUTADOS QUE QUIERE QUE LE REPRESENTEN y no a una lista cerrada elaborada por una organización cerrada y que raya en el sectarismo (como lo son la mayoría de partidos políticos en España)? ¿Y si ademas cobrara no, esos 3000, sino bajémoslo, por ejemplo a 2500 euros, brutos, y dejando el resto de dietas y gastos al nivel de los que establecen las regulaciones de la administración pública para los trabajadores «normales»? (ya sabe, cosas como 19 céntimos por kilómetro para combustible, 20 euros para una comida o 12 para un desayuno). Pues… muy probablemente, que quienes ocuparían sus puestos son los miles y miles de españoles con VERDADERA vocación de servicio público (independientemente de su ideología) y un claro interés en el verdadero desarrollo del país.

Porque, señora Gispert, en España hay MILLONES de buenos profesionales, que hacen su labor de manera efectiva y sin excusas, que no ganan esos 3000 euros que a usted le parecen insufribles, ni 2500, ni siquiera 2000… y puedo asegurarle que viven: no tendrán el nivel de vida que parece que, por obligación y sin haber demostrado experiencia o méritos, debe tener un diputado, pero viven , realizan su trabajo… y muchos de ellos tienen la motivación y ganas de trabajar, pensar, actuar y servir a sus conciudadanos que los parlamentos de este país (nacional, autonómicos, senado… y hasta esos entes denominados diputaciones) no han demostrado en lo más mínimo.

Atentamente,

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Reflexiones Panameñas. Un ensayo.

Por fin, después de varias semanas sin tiempo para nada, tengo la oportunidad de sentarme delante del teclado para una reflexión que ya hacía unos días daba vueltas en la cabeza. Lo he llamado «Reflexiones Panameñas» pues creo que Panamá es un país claramente representativo de la idea del artículo. Aun cuando hay otros, muchos países, en que podría aplicarse el mismo cuento.

El caso es que, como algunos de mis amigos, conocidos y familiares saben, hace dos semanas estuve en Panamá por motivos de trabajo. Es ya la cuarta o quinta vez que visito Panamá, siempre por trabajo, aunque a veces he tenido iempo al menos de un paseo por el casco viejo, o una visita al canal (no fue este el caso). Y siempre he podido (de hecho es parte de la mayoria de trabajos que he ido a hacer allá) hablar con personas de diferentes estratos y condiciones económicas, y conocer la realidad del país.

Siempre que viajo a Panamá, y existe la posibilidad de escoger hotel, los organizadores del sarao que sea me suelen recomendar varios, y casi siempre un factor fundamental es el hecho de que desde el hotel pueda accederse a restaurantes o tiendas, sin salir a la calle o recorrer apenas, textual, unos metros.

¿La razón? Supongo que es fácil de entender… La delincuencia. Panamá es una ciudad insegura, y mucho, y más de noche. Y más todavía si, como es el caso, se ve en la cara de uno que no es de allí. Por ello, se valora estar en un hotel que te permita comprar algún reuerdo, encargos o poder cenar o tomarse una cerveza (opción muy deseable con un clima como el panameño).

Y… ¿A que viene esta larga presentación? Pues… Porque uno tiene alma literaria, y quiere hacer más patente, si se puede, la contradicción Panameña: el epítome del liberalismo economico donde no se ven las supuestas bondades de dicho sistema.

Panamá tiene una de las economías de mayor crecimiento del mundo, aspecto que ha sido destacado por numerosos organismos internacionales. El principal motor ecónomico es el Canal, una verdadera maravilla de ingeniería que convierte al país en un actívísimo centro de comerio internacional. No solo de transporte, sino también base de una pujante industria de importación y exportación.

Pero no sólo es el transporte mrítimo, aunque obviamente es  el mas importante, el único que supone un motor de desarrollo internacional. El Aeropuerto Internacional Tocumen es uno de los «hubs» de transporte aéreo más importante de las Américas. Panamá se conecta por vuelo directo con casi todo el continente, y especialmente con Centroamérica, Caribe español e inglés, y todo el cono sur. Esto lo convierte igualmente en un lugr privilegiado para sedes «LATAM» o «CAC» de compañías multinacionales y organismos internacionales.

No me olvido de otro de los sectores más conocidos de la economía de Panamá: el sector bancario. Un inmenso número de entidades bancarias conforman un sector financiero muy desarrollado, que genera empleo y necesidades de personal cualificado de manera creciente. Es mas, en relación al factor empleo, Panamá ofrece unas cifras que causarían la envidia de la sociedad española. Una tasa de desempleo en el 2010 de poco más un 4% (incluso, podemos afirmar que, en cierto modo, es inferior: algunos amigos panameños, personas con mucho conocimiento e influencia en su país, me dicen que si se excluyera de este calculo a la población indígena -que tiene unas particularidades muy especiales, y es complicado en terminos generales que puedan acceder al mercado de trabajo del área metropolitana- la cifra real sería inferior al 3%). Los universitarios se incorporan al mercado de trabajo, «trabajando de lo suyo» en plazos de tiempo que, según la carrera, oscilan entre la inmediatez y unos tres o cuatro meses.

Adicionalmente, desde hace ya, pongamos un par de años, el país está asistiendo a un crecimiento sin precedentes de la obra civil y la construcción. Se hace la broma de que el país debería cambiar su bandera por un letrero de esos de «under construction»: el «nuevo canal«, carreteras, el Metro, reformas y ampliaciones de aeropuertos, circunvalaciones, crecimiento inmobiliario tanto en el área metropolitana cómo en algunas regiones…

Es decir, estamos ante un pais que ha logrado tasas de crecimiento económico como hay pocas en el mundo, y donde aun no se ha comenzado la explotación masiva e intensa de sectores como el turistico, el agrícola (menos desarrollado, por ejemplo, que sus vecinos de norte y sur) o la manufactura.

Y todo ese innegable crecimiento ha tenido lugar de la mano de una ideología económico política claramente inspirada y seguidora de los principios del liberalismo economico: una baja fiscalidad, tanto para empesas como para particulares, facilidades para el establecimiento de empresas, zonas francas, una legislación laboral muy flexible, que permite la contratación, y el despido, con facilidad, y una apuesta clara por ese famoso mantra de «el dinero está mejor en mi bolsillo»: la sanidad  y la educación públicas (al menos, en este caso, hasta el nivel universitario) son sectores muy débiles, poco respaldados por el dinero público, ocasionando que las clases medias y medias altas del país opten de manera unívoca por las opciones privadas.

Es decir, Panamá lleva siendo durante muchos años el sueño de los neocons, los organismos internacionales, y de los partidos politicos que, a lo largo de todo el mundo (como es, en el caso de España, el PP) abogan por la libertad sin restricciones de la actividad económica como una garantía de empleo, bienestar y una sociedad próspera. Nadie puede objetar que Panamá permite y ha permitido el desarrollo del modelo economico neoliberal con total libertad.

Y, sin embargo… ¿Porque en un país tan próspero y con tato trabajo, yo tengo que reservar hoteles donde no necesite pisar la calle para comprar en tiendas o cenar un entrecot? ¿No era que el ideario neoliberal nos iba a llevar al mejor de los mundos posibles?

Alguien podría argumentar que eso mismo, la delincuencia, sucede en otros países de Centroamérica. Efectivamente, pero tampoco en ninguno de ellos se ha desarrollado el modelo neoliberal con una ortodoxia tan marcada como en Panamá (bueno, puede que El Salvador, pero al no tener recursos como el canal o sectores como el bancario, su capacidad económica se reduce a la manufactura barata y se puede alegar que el nivel de empleo no puede crecer hasta un punto que garantice bienestar social). Guatemala es en estos momentos un estado fallido, al borde de casos como Afganistán. Nicaragua y Honduras bajo regímenes politicos poco fiables , en el caso del primero, y devastado por catástrofes naturales y sociales el segundo, y Costa Rica, que lleva años bailando un tango extraño con su, otrora, ubicuo sector público.

Una pista de por donde van los tiros me la dió un taxista, camino del aeropuerto. La cuetión era sencilla Si en este país, con recursos y sectores económicos desarrollados, una población no excesiva, trabaja casi todo el mundo ¿Quienes asaltan por la calle? ¿Acaso los vagos? ¿Tantos hay? Ese ha sido siempre un comentario de cierta derecha: los ladrones son los vagos o los que quieren vivir de lujo… Pero la verdad es que ese tipo de razonamientos no resisten el más mínimo analisis sociologico. Y no creo que puedan aplicarse otras excusas, que rayan en el racismo, a un pais que controla de manera eficiente y estable una de las mayores obras de ingeniería del planeta, mientras construye una ampliación de la misma.

La respuesta es sencilla… ¿Quienes asaltan? Los mismos que trabajan por salarios de hambre que no llegan para vivir: peones, vigilantes, señoras de la limpieza, barrenderos, trabajadores informales..etc. Así de sencillo. En un pais sin servicios sociales, con una sanidad pública casi inexistente, donde la educación pública apenas alfabetiza a una población condenada a seguir el mismo camino que sus padres, y donde las clases medias altas y altas se protegen en torres de inmensos apartamentos protegidos por ejercitos privados, o en sus automóviles de super lujo on cristales blindados… Se crean selvas.

Los defensores del libre mercado argumentarían que la sanidad o la educación reducirán sus precios al entrar nuevos competidores y bla bla bla… Mentira, las calles de Panamá revelan la triste verdad del simple e inútil modelo de la famosa «mano invisible»: que no existe la competencia perfecta, que no toda persona que lo desee puede convertirse en actor económico… y que, con sus calulos de elasticidad en la mano, la sanidad privada decide que no va bajar los precios porque no ganará más dinero, y se juntan quienes deberían competir entre ellos para impedir que nadie más entre al mercado. La educación privada, la única puerta de acceso a unas condiciones de vida mejores que las de generaciones anteriores, está negada a quienes no tienen unos ingresos mínimamente adecuados… y, que no nos cuenten lo de que la universidad pública es de calidad y muy barata (que lo es). Porque al final sólo los mejor preparados acceden a ella, y esos NO son quienes han recibido alfabetización básica en vez de educación completa.

Panamá es una muestra clara y evidente de algo que la situación actual muestra, y contra la que cabe pocas objeciones: el capitalismo, entendido como capitalismo neoliberal de completa apertura de mercados y de no intervención del estado (excepto para cubrir pérdidas, claro) está muerto (por mucho, muchísimo menos, todos los coros de palmeros decretaron hace años la muerte del comunismo a toda velocidad -y antes de que nadie salte, aviso: no estoy a favor del comunismo, ni nunca lo he estado, por las MISMAS razones que estoy en contra del capitalismo liberal, porque responde a un modelo de ser humano y de sociedad IRREAL- ). Si algo ha demostrado la actual crisis es que el único modelo económico viable para conseguir sociedades justas y equilibradas es un modelo capitalista donde determinados sectores económicos sean propiedad de los estados o estén controlados fuertemente por ellos, y donde el estado establezca mecanismos que contribuyan a la oferta de oportunidades para todos, sin exclusión por razones diferentes del mérito. Porque, de otra forma, a lo que vamos es a ser, todos, nuevos Panamás (y no nos confundamos, los asalariados, ganemos 500 o 5000, somos proletarios, creernos lo contrario porque tengamos un Volvo S40 y/o un plasma de 50 pulgadas es una falta notable de sentido de la realidad).

A no ser que queramos, como quieren imponer los neoconservadores, vivir en la ley de la selva (a la que ellos llaman libertad). Pero, entonces, que piensen que a lo mejor algunos deciden que, si vale todo, tambien podemos entrar en las bolsas y degollar a los financieros… a fin de cuentas, son ellos los que impusieron esas reglas del juego, ¿no?

Saludos «cafetaleros» .

Retrospectiva: «EUROPA» (1991) de Lars von Trier (AVISO: SE CUENTA ENTERA)

Hola a todos:

Las circunstancias de la primera vez que vi «Europa» tienen ese ambiente  Kafkiano en que desarrolla la odisea de Leopold Kessler: Fue en el ya  desaparecido cine Avenida de Santiago de Compostela (un tugurio infame, que  primero fue cine porno y después se especializo en «arte y ensayo», al que  se accedía a través de una especie de túnel y donde convenía -y no es  broma- tener los pies levantados durante la proyección por si acaso  aparecía una rata buscando entre las butacas cualquier resto comestible),  una tarde de domingo. Mientras esperaba a que abriera, se acercaron a mi dos matrimonios y me preguntaron por una conocida calle compostelana, muy  cercana al cine… Venían de Segovia, habían venido a ver a unos amigos de  Santiago que en ese momento no estaban en casa… y mientras esperaban, como no tenían otra cosa que hacer, se metieron a ver la película… es decir, en el sentido Moratiano del termino, fui el único espectador de esa proyección… :-))

Sin embargo, para mi ese día fue glorioso, pues ahí comencé una relación de  amor eterno hacia la obra de ese genio con todas las letras mayúsculas que  es Von Trier. después de «Europa», no dude ni un instante en lanzarme a ver  «Breaking the waves» en cuanto se estreno… y si todavía no he podido ver  «Dancer in the dark» es solo debido a la curiosa política de estrenos de  cierta ciudadela gallega… del resto de su obra, por ahora no me haré  muchas ilusiones… :-))

Sin embargo, y aun siendo Von Trier especialmente conocido por ello,  «Europa» no es precisamente una película que siga el decálogo Dogma.  Largometraje de gran formato, de cuidada selección y dirección de actores,  con un denso guión (de von Trier y Niels Vørsel) y un uso abundante -y  nunca innecesario- de transparencias, inserciones, montajes, luces,  sonidos, música, diálogos en dos idiomas -un detalle semi-artificial y muy  importante-, fotografía donde se alternan -a veces dentro del mismo plano-  color y blanco y negro (No en vano fue «Premio a la Mejor Contribución  Artística» en Cannes).

«Europa» cuenta la historia de Leopold Kessler, un estadounidense de origen  alemán que viaja a Alemania después de la Segunda Guerra Mundial para  ayudar a la reconstrucción del país. Recibido por su tío (del que nunca  llegamos a saber el nombre), obtiene un puesto de aprendiz de revisor en la  compañía de ferrocarriles «Zentropa», que fue la mas importante de la  Alemania pre-nazi y nazi y propiedad de la familia Hartmann. En el tren  conocerá a la bella Katharina Hartmann, hija del dueño de Zentropa Max  Hartmann, y será invitado a la casa de la familia, donde Leopold  conocerá también al Coronel Alex Harris, que se ocupa, entre otros  menesteres, de la «limpieza» del pasado pronazi de Max Hartmann a fin de obtener su colaboración en la reconstrucción económica de Alemania.

La Alemania de posguerra, y el trabajo de Leopold, resultan solo dignos de  la peor -o mejor- pesadilla kafkiana. Las relaciones humanas, de trabajo,  el choque de concepciones del mundo entre la Alemania derrotada y todavía orgullosa y la «Joven America» del «Boy Scout» Kessler, los preparativos del «examen» para que Leo se convierta en revisor (Examen que, y este es otro de los innumerables pequeños pero muy significativos detalles de la  película, esconde bajo su apariencia de prueba objetiva y rigurosa una  simple engañifa para colocar al sobrino de «Uncle Kessler»).

En uno de los primeros viajes como revisor de Leopold, un personaje que se  hace pasar por amigo de la familia Hartmann le confía dos niños,  diciéndoles que sus padres estarán esperándoles en la llegada. En realidad  se trata de dos «Berwolf» -miembros de la resistencia anti aliada…  respecto a la grafía del nombre, espero que si me he equivocado, mi  paisano Herr Ferdinand der Galizien me corrija, pues mi copia en video de  la película tiene el formato horriblemente mutilado y en el plano en que se  ve a Jean Marc Barr con la palabra «Berwolf» al fondo solo se puede leer  «elwo»-, que asesinan, en una de las escenas mas visualmente potentes de la  película, al alemán que había sido elegido por los ocupantes aliados como alcalde de Frankfurt.

Leopold se enamora de Katharina, que le confiesa que ella fue una «Berwolf».  Por otra parte, Max Hartmann, después de colaborar en un «teatro»  organizado por Harris -donde Von Trier hace un breve cameo en el papel de  un judío obligado a colaborar en el montaje para «limpiar» a Hartmann-  acaba suicidándose por vergüenza. En el funeral Max volver a encontrarse  con el personaje de la estación, Steleman, un jefe «Berwolf» que le  ordenara, después de secuestrar a Katharina (con la que Leo se ha casado),  poner una bomba en un tren que transportara a Harris. Leo llega a completar  la acción, sin embargo, arrepintiéndose por lo que va a provocar -el, que  llego al país para ayudar a la paz- llega a tiempo de desactivar la bomba.  Los Berwolfs son detenidos… y con ellos Katharina, que seguía trabajando  para la resistencia. Ese hecho, unido a las constantes «incisiones  kafkianas» de los examinadores de Leo, termina por acabar con su moral, su  orden, su persona. Activa la bomba que había desconectado minutos antes,  provocando la caída del tren desde un puente y su muerte.

Esta película tiene una profunda y bien estructurada complejidad argumental:  al menos tres niveles pueden ser descubiertos en relación a la  historia contada:

El Sicológico (la película empieza, termina, y es acompañada en varios  momentos de la misma por la voz -simplemente perfecta de Max von Sydow…  ANTONIUS BLOCK!!!!!, perdón, a veces se me va la cabeza, es la falta de la medicación :-))  – de un hipnotizador): ¿Puede entonces ser leída como un  viaje al interior de una -o varias, tal vez- consciencias? Si, creo yo. En  ese sentido Europa seria un viaje al interior del hombre europeo, sea lo  que sea el concepto de «Hombre Europeo»… Al respecto, supongo que un  mayor conocimiento de la sociedad e historia de Alemania me habría dado una  visión mas rica de este nivel de la película: pido ayuda a los «Deutsche  Experten» del grupo para que complementen y corrijan mi aportación en lo  que consideren necesario.

El Histórico: Aunque parezca el mas simple de todos, no debe ser despreciada  la visión de «Europa» como un thriller/drama de ambientación histórica,  pues aunque parece la lectura mas superficial, en realidad entronca tanto  con el anterior nivel como con el siguiente. Y supone una magnifica  oportunidad para la reflexión (El dinamitado del puerto «con fines  antiterroristas» es un buen ejemplo de ello).

El Sociológico: ¿Que es Europa? ¿Existe? ¿Quien la ve «de verdad»? Y si  existe ¿Hacia donde va? Desde este nivel la obra de Trier se nos presenta  como una metáfora sobre Europa -que, a fin de cuentas, no existía como un  ente en relación con el resto del mundo hasta el final de la Segunda Guerra, cuando surgen los Estados Unidos, que suponen «la mirada del otro»  que permite a Europa descubrirse a si misma-. En ese sentido, toda la  película puede ser perfectamente leída, teniendo algunos momentos en los  que, incluso, los tres niveles se superponen en una perfecta armonía. Es significativa en ese aspecto la secuencia en la que el tío de Leo se  disculpa por su estado de despiste, y le confiesa acto seguido -el único  momento donde atisbamos un rasgo de familiaridad, de un mínimo acercamiento a su sobrino como persona… y como ser que viene de un mundo distinto y puede ayudarle a comprender el suyo propio- que a veces «no sabe a donde va, adelante o atrás, o si lo que antes era adelante ahora es atrás».

Leopold le «consuela» diciendo que lo único que ha ocurrido es que mientras  dormitaba el tren ha dado la vuelta. A lo que su tío le recrimina diciendo «Joven Kessler!! Es usted un perfecto idiota!!!».

En cuanto a la estética de la película, puramente subjetiva, entronca de una  manera directa y visualmente muy fuerte con el primer y tercer niveles que  describo. Los blancos y negros son mayoría, y resultan especialmente duros y  marcados, en contraposición a la suavidad de formas de las escenas en  color, donde la trama «da un respiro»… aunque a veces ese respiro no sea  sino el impulso necesario para caer aun mas…

Todos los actores están perfectos, tal vez el único un poco falto de  personalidad sea Eddie Constantine, que parece gallego… no se sabe  si sube o si baja :-)) … o tal vez, como Harris quiere dar esa impresión.  Barbara Sukowa esta guapísima, elegante y fría (Menos en la escena donde sale con una bata cortita de seda y planchando el uniforme de su marido…  con su gorra puesta: Mmmm… fetichismo germánico puro… ;-))   ).

Otro elemento estético muy importante es la música de Joachim Holbek, donde,  fundamentalmente, dos temas -y una serie de «ensayos» musicales sobre  ellos- marcan el desarrollo de la banda sonora: Un bello «tema de amor»  frente a un tempo «agitato» rítmica y fuertemente definido, donde destacan  los metales (El plano de la locomotora avanzando por el túnel). Mención  aparte merece el excelente tema «The Aria», interpretado por Philippe Huttenlocher y Nina Hagen (Un consejo: No os dejéis engañar por el titulo de «Reina del Punk», y las imágenes mas o menos «Bizarres» que de ella podáis haber visto… tiene una voz impresionante y desde la primera vez que vi la película me plantee el buscar grabaciones suyas para poder confirmar mis sospechas sobre su voz… prometo que algún día lo haré ;-)))   ).

En fin, espero haber encendido con este posts las ganas, a los que no la hayáis visto, de ver esta magnifica obra de arte  (que recibió premios,  entre otros, en los festivales de Cannes y Sitges), y a los que la hayáis visto, animaros a que volváis a verla.

Saludos desde la esquinita del N.O.

INAUGURACION DE SECCION «Retrospectiva»

Estimados lectores:

Una de las razones por las que este blog se abrió no mira al futuro, sino al pasado: pretendo que sea un almacén de textos y comentarios que he llevado a cabo en otros foros, en otros espacios digitales que, posiblemente, antes o después acaben desapreciendo como lágrimas en la lluvia.

Por ello he pensado en recopilarlas por aquí, vamos a empezar por las contribuciones que, en forma de críticas o simplemente de desvaríos mentales, escribí en es.rec.cine, en lejanos tiempos que, como todos los tiempos pasados, fueron mejores…

Dejando aparte los detalles propios del momento, o de las personas que poblábamos aquel nido de locos… espero que los disfrutéis.

Saludos,

 

Lo malo de los gurús…

es que pueden acabar creyéndose su propia condición de «the chosen ones» y, por tanto, considerar que pueden soltar lo que quieran en cada momento…

¿Os acordais de la famosa entrevista que concedió el señor Bill Gates a El País? Si no es así, aquí podéis leerla… me gustaría señalar una frase:

«Cuando ayudas a países como Perú, un país de ingresos medios, con 10.000 dólares de renta per cápita (unos 7.500 euros), (…). Cuando ayudas a este tipo de países con un nivel suficiente de riqueza debes preguntarte por qué, por qué le ayudas.» 

No voy a entrar a valorar el hecho de que mirar sólo la renta per cápita de un país es un criterio bastante simplón para decidir si es merecedor o no de ayuda (y, si no, que se lo pregunten a los habitantes de Guinea Ecuatorial), ni siquiera voy a entrar a valorar el resto de la entrevista (que tiene mucha miga, y muchas evidencias del exceso de autoconfianza del Sr. Gates)… sólo voy a contrastar su afirmación con… esto:

En el año 2002 la empresa Voxiva inició la fase piloto de un sistema automatico multimodal para controlar flujos de información y decisiones relacionadas con la aparición de brotes epidémicos en países con alta desigualdad en el acceso a medios de comunicación digitales, dicho proceso fue llevado a cabo en colaboración con funcionarios de la OMS y de la Fundación Gates. dicho proyecto aparece descrito en el libro «La fortuna en la base de la pirámide» de C. K. Prahalad, y en dicho libro se dice, textualmente (p. 352).

«Funcionarios de la Fundación Gates y de la OMS sugirieron Perú como un buen lugar para la prueba piloto, ya que el pais había establecido un sólido sistema en papel para la vigilancia de las enfermedades, luego de un devastador brote de cólera en 1991″.

¿Premiamos al país que YA había establecido un sistema de vigilancia de enfermedades en aras de los que no tienen ni para gritar «Peligro!»? Es decir: haz lo que yo digo, pero… O eso, o bien es que el señor Gates, aupado a si mismo en su rol de «super gurú», considera que lo que el diga en cada momento, aunque entre en contradicción con lo que SU PROPIA FUNDACION hace, es la palabra a seguir.

O a ver si va a ser que el señor Gates está enviando un mensaje para ayudar a justificar la casi desaparición de ciertos fondos de ayuda al desarrollo…

Que cosas, ¿no?

POR FIN!! ABRIMOS EL CHINAMO!!

Bueno… señores y señores, niños y niñas, militares con o sin graduación, empezamos. Llevaba ya mucho, mucho tiempo con la idea de organizar un blog. La motivación es muy sencilla: crear un espacio de ideas, pensamiento, reflexión y debate sobre ciertos temas, y donde la forma y la estructura de las redes sociales, como Facebook, o ya no digamos Twitter, no es la más adecuada.

Y… este sitio, ¿por qué se llama “Café con Tesla”? Pues, primero de todo, porque tomar un café es una de las mejores cosas que se pueden hacer mientras se conversa o se piensa, y porque, si hay un personaje con el que comparto el interés no sólo por ciertos temas, sino con su tratamiento, es el señor Nikola Tesla (de hecho, en estos momentos estoy enfrascado en la lectura de un libro sobre él… y otro está esperando su turno, justo después). En Tesla se reúnen el científico (como intelectual que aspira a comprender el mundo desde su estudio, reflexión y categorización) y el ingeniero (el profesional que, partiendo de una categorización y conceptualización del mundo establecidas de acuerdo al método científico, aspira a mejorar nuestras condiciones de vida)… pero, sobre todo, por encima de estos enfoques, está la idea de una persona que aspira a crear ciencia y crear técnica desde una perspectiva social, de evolución del ser humano como grupo y, desde ese punto de vista, plantear un modelo de desarrollo del mundo donde, distinguiendo entre disciplinas, no se caiga en la falsa separación entre “ciencias” y “humanidades”.

¿Cuáles son los requísitos para participar en este blog? … como tales, ninguno, cualquier persona que quiera APORTAR (y eso no quiere decir estar de acuerdo en todo lo que yo plantee… más bien espero que eso no sea así, puesto que lo que me gustaría tener en Café con Tesla es un lugar de motivación y confrontación de ideas, no una secta de adoradores –no me identifico con el hipnosapo-) será bien recibida… lo que si hay es un pequeño conjunto de reglas, con las que pretendo evitar que esto se convierta en… cualquier cosa diferente a lo que debe ser:

1 – Aquí se razona, y se exponen ideas. La asunción de planteamientos del tipo “porque si” no ha lugar. Repito, y en esto quiero insistir mucho, que no quiero que se me dé la razón en todo, pero, lo que se diga aquí tiene que venir razonado y fundamentado: si respondo a un determinado razonamiento, y gasto un tiempo en exponer mis ideas, espero que sean leídas, y contestadas en base a ellas.

2 – Debido al hecho de que no es mi obligación profesional mantener un blog de opinión, sino que es algo que hago por disfrute, no asumo más obligaciones hacia mis lectores que las que dicta el sentido común… por ejemplo: si en una discusión (y quiero aprovechar para decir que en este Café se pretende que la palabra discusión se plantee siempre desde el sentido inglés del término) respondo a una persona, y un tercero vuelve con los argumentos del segundo, no voy a hacer nada más que redireccionar al tercero a mi respuesta al segundo, esperando que se tome el tiempo en leerla como yo lo hice en escribirla.

3 – No admito comportamientos “tipo troll”, y como esto no es un espacio democrático ni de derecho, no voy a dar ninguna “regulación” al respecto: parto de ese principio tan poco formal, pero tan sano para la tranquilidad mental de un “Blogger”, de que “todos sabemos lo que es un troll”.

4 – Por último, y porque para mi es lo más importante, quiero repetir el hecho de que lo que aquí pretendo es crear un espacio de discusión y reflexión, no voy a borrar o filtrar comentarios por el hecho de que estén en desacuerdo con mis ideas, porque no se trata de eso (para eso, como ya dije, me habría creado el club de adoradores del hipnosapo). Una de las grandes ventajas de seguir mi propia ideología (y no la marcada por un partido político, un equipo de fútbol, una bandera, una religión… o ya, si me apuran, un crítico de vinos o la Guía Michelin) es que soy susceptible de, si no cambiar (porque poca convicción tendría en mis principios si los cambiara a la mínima), si enriquecer mis ideas y mis puntos de vista… y si a alguno de los que por aquí pasa le gusta lo que yo digo, mejor que mejor.

Una vez abiertas las puertas de este café (los observadores habrán visto que el decorador ha sido el mismísimo Saúl Bass 😉 ), sólo me queda invitar a entrar: pasen, busquen asiento… y, humildemente, me permito recomendarles el expresso de la casa (que nos sale de fábula ☺ ) … y, para las noches de invierno, el irlandés (que lo hacemos con nata recién montada y Macallan 12 años).

Que lo disfruten… que lo disfrutemos.